domingo, 11 de marzo de 2012

La plata de Britania


La plata de Britania de Lindsey Davis es el primer libro de la veintena de libros de esta escritora dedicada al detective romano Marco Didio Falco.

Lo primero que hay que decir es que La plata de Britania no es una novela histórica, ni nada que se le parezca, esta tan alejada de este género como el Quijote a un libro de autoayuda. Una vez aclarado este punto hay que decir que esta novela, sí que está ambientada en el Imperio Romano, y más en concreto en en los años 70- 71 d.C, durante el reinado del emperador Vespasiano, y por ser en concreto en estos años, en el triunfo que siguió a la victoria romana sobre los judíos y la destrucción del Templo de Salomón, victoria propiciada por el hijo de Vespasiano, Tito.

El fondo histórico que se usa es meramente ornamental, un decorado para situar acción, actores, tiempo y tramas, pero esta tan alejado de la posible realidad, que cualquier atisbo de ver un rasgo puramente pleno- imperial romano se hace imposible. Así que en este decorado se sitúa la trama. 

La plata de Britania es un libro policíaco, con un detective privado, Marco Didio Falco, que en una mañana soleada en la capital del Imperio, ve a una mujer hermosa que huye y la presta su ayuda para poder escapar de sus perseguidores. A partir de hay todo se complica, pues la bella muchacha ha descubierto un lingote de plata, propiedad del Estado, que esta en una cuenta privada a su nombre. Esto pone sobre la pista a Falco sobre un desvío de plata del Estado a manos particulares. Esta investigación se verá interrumpida bruscamente por la muerte de esta joven, y por el cargo de conciencia de Falco. Esta investigación es seguida y financiada por la familia de la víctima, senatorial, y de forma indirecta por la familia imperial, los Flavios.
Esto hace que Falco siga el rastro del lingote de plata, que lo llevara a las minas de plata de Britania. Una vez allí, se hace pasar por esclavo de las minas para poder conocer el posible culpable del desvío de la plata. Lo que ve implica a todos en unos niveles escandalosos de corrupción y de robo de plata a distinto niveles y cantidades. 
Una vez comprobado el envío de plata y su sistema de robo, Falco, esta vez acompañado por una joven patricia, prima de la víctima, regresan a Roma a presentar conclusiones. Una vez en el viaje, Falco y Helena se enamoran, aunque ninguno lo reconoce.
Llegados a Roma, descubren implicaciones de la familia de Helena y por consiguiente de la víctima en una conspiración para eliminar a Vespasiano. Falco informa a Tito y entre los dos también se ve las implicaciones del hijo menor de Vespasiano, Domiciano, en el asesinato, robo y traición que se desarrolla en  la novela.
Al final todo el robo queda resuelto, los culpables son muertos u ocultados y Falco y Helena se saben enamorados pero no saben como resolver su distancia social.

Se puede decir que el libro, es lineal, divido en tres partes, una en Roma donde Falco conoce a Sosia Camilia, y esta parte dura hasta el asesinato de Sosia. Otra en Britania, donde Falco se hace pasar por esclavo y conoce a Helena Justina, que termina con el regreso a Roma. Y la tercera en Roma, donde la conspiración es descubierta y Helena Justina y Falco se enamoran.

En cuanto a los personajes son una veintena aproximadamente, y no tienen más personalidad que la que se registra de ellos en el primer momento. Así Falco, es un investigador mediocre, republicano y abiertamente opuesto a los poderosos, es hostil en sus respuestas, presuntuoso, antiguo soldado del Imperio que luchó en la guerras britanas contra las reina Boudica de los icenos. Helena Justina, patricia, divorciada, con un fuerte carácter, que desprecia a Falco desde el primer momento, con un gran sentido moral, sumamente cínica y realista, y con un gran compromiso con su familia y sobre todo con su padre.

El resto de los personajes, remito al lector a su lectura, para ver sus defectos y virtudes.

Así pues dicho que el escenario es historicista pero alejado de la Historia, el ritmo es de tres tiempos sumamente marcados, llegamos a los personajes, que son planos y sin profundidad psicológica. Estos personajes rayan casi el absurdo, sobre todo el del personaje principal, que se muestra por encima de todo sólo con ser hostil a los poderosos, y eso que vive en la miseria absoluta. El de Helena que representa el de una patricia con alto sentido del honor y de si misma, pero que tienen unas contradicciones que la hacen poco creíble en muchos aspectos. La historia de amor es típica, un quiero y no puedo, unas veces por el carácter de los personajes y otras por su posición social.

En cuanto a la historicidad, deja mucho que desear, Falco puede llegar a los palacios y hablar con el emperador como Pedro por su casa, como si llegar al emperador romano fuera ir a la plaza a comprar verduras. Se codea con el hijo del emperador, Tito, comandante supremo del ejercito imperial, y le desprecia como si fuera un tendero vendiendo alfombras malas. Insulta a los Senadores de manera continua y constante. Y se enamora de una patricia a la cual le regala una serie de lindezas que no quita para que se la lleve a la cama. Vamos un legado de joyas de un desconocimiento, no ya de la historia, sino de un  realismo que haga que la novela sea cuanto menos real y más interesante.

Podemos decir que el libro es de más de informal, el lenguaje, las formas, los viajes, son netamente del siglo XX, puestos en un decorado del siglo I, esto es un desaguisado brutal, solo falta un avión de Iberia que te deja en la terminal de un famoso aeropuerto londinense. Además esta joya detectivesca del Imperio, llega a conclusiones cruciales para descifrar el complot a las cuales el lector, o por lo menos este lector, se pregunta como ha llegado, no hay datos sobre los que sentarse y da por supuesto registros mentales que por lo que se ve sólo Falco tiene en su cabeza, pero que la autora olvida en poner sobre el papel para que podamos seguirlo.

En fin, este libro es un ejercicio de puro estilismo, malo en la ambientación, en la historicidad, con unos personajes flojos, poco creibles y planos, con una trama que se enreda sola y se desenreda también sola y con unos emperadores, generales y senadores que recuerdan a políticos de tercera fila, alcaldes de pueblo pequeño que se dedican a robar cuatro duros, y no de hombres que forjan imperios y que maquinan complot maquiavélicos para desestabilizar dichos imperios. Un libro que sirve para leer y pasar a otro. 

2 comentarios:

  1. Yo ya mencioné mis pareceres (mucho más brevemente que tú) sobre este libro aquí
    http://simemuerdolalenguameenveneno.blogspot.com/2010/04/14-la-plata-de-britania.html

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  2. Pues no he puesto ni la mitad de lo que podría. De todas maneras ya se sabe lo que se dice, lo breve si bueno...pues breve. Así que si no es bueno, por lo menos que no sea breve. Pero tomo nota. La próxima, la mitad, a ver si lo consigo.

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